Artículo | Estudios Fronterizos, vol. 10, núm. 20, 2009, 79-102 |
Calidad del aire y su incorporación en la planeación urbana: Mexicali, Baja California, México
Air quality and its integration within urban planning: Mexicali, Baja California, Mexico
Elva Alicia CoronaZambrano* Rosa Imelda RojasCaldelas*
* Facultad de Arquitectura y Diseño, Universidad Autónoma de Baja California.
Correos electrónicos: u_eac@uabc.mx y rosa_rojas@uabc.mx
Artículo recibido el 4 de abril de 2008
Segunda versión recibida el 11 de noviembre de 2008
Artículo aprobado el 27 de enero de 2009
Resumen
A escala mundial, el problema de la contaminación del aire en los asentamientos humanos presenta una tendencia creciente, resultado del incremento en las demandas de energía y emisiones que tienen las actividades productivas y domésticas, producto de los procesos de urbanización e industrialización. Desde esta perspectiva, las ciudades no se encuentran planeadas para minimizar dichos impactos a partir de la estructura y el funcionamiento de las mismas. De ahí que el trabajo cumpla un doble propósito: por un lado, plantear la evaluación de la calidad del aire en la ciudad de Mexicali, a partir del análisis de los contaminantes: O3, CO, SO2, NO2 y PM10 y su relación con la estructura urbana; y por otro, mencionar y evaluar las estrategias instrumentadas para el abatimiento de la contaminación. Finalmente, se propone un esquema de planeación y gestión urbana que incorpora aspectos de calidad del aire.
Palabras clave: Calidad del aire urbano, gestión de la calidad del aire, contaminación atmosférica, planeación urbana sustentable, planeación ambiental urbana.
Abstract
As a result of world wide urbanization and industrialization, urban air pollution shows a growing trend directly proportional to increasing demands on energy for domestic and industrial activities. From this point of view, cities along with their urban, functional and morphological structure are not being planned with pollution prevention or minimum environmental impacts in mind. This work has two purposes: first, it sets an assessment of air quality in Mexicali by analyzing O3, CO, SO2, NO2 and PM10 emissions in relation to urban structure. And second, the assessment of already implemented urban strategies aimed to minimize environmental impacts. This work also presents a scheme that incorporates air quality issues into town planning and urban management.
Keywords: Urban air quality, air quality management, air pollution, sustainable urban planning, urban environmental planning.
Introducción
Actualmente el problema de la contaminación ambiental es un tema que se ha introducido en todos los ámbitos y en todos los niveles. Y lo que antes sólo era la preocupación de unos cuantos ambientalistas como Carson (1962), Meadows et al. (1972) y Commoner (1975), hoy es uno de los objetivos principales de la planeación y gestión del desarrollo en las diferentes regiones del planeta que pretende evaluar, prevenir y en su caso minimizar los daños al ambiente. En este sentido, dada la complejidad de la problemática ambiental asociada a las ciudades, resulta imprescindible que temas como la contaminación atmosférica sean considerados en la agenda política de los gobiernos locales tanto de países industrializados como en vías de desarrollo (Satterthwaite, 2001).
De acuerdo con Naciones Unidas (UNEP, 2006), actualmente casi la mitad de la población mundial vive en áreas urbanas y se espera que a futuro se incremente el porcentaje de población con perfil urbano. Ello va a incrementar la demanda de energía para iluminación, transporte, procesos industriales y diferentes usos domésticos que afectarán la calidad del aire por emisiones a la atmósfera de dichas actividades. En el caso particular de la contaminación atmosférica, para muchas ciudades del mundo como Hong Kong, Delhi, Bangkok, Sao Paulo, Seúl y México, ésta representa un serio problema para la salud de la población, deterioro de sus ecosistemas, infraestructura y edificaciones (McGranahan y Murray, 2003).
Las afectaciones a la salud están relacionadas con diferentes niveles de exposición a la contaminación que van desde enfermedades cardiopulmonares y respiratorias, como el asma y alergias, hasta cáncer pulmonar, donde los grupos de mayor riesgo son principalmente la población infantil y de adultos mayores (OPS, 2000; Dockery, 2001; Sorensen et al., 2003). Naciones Unidas también señala que en muchas regiones del mundo se presentan anualmente 800 mil muertes prematuras atribuidas a la contaminación del aire en áreas urbanas (UNEP, 2006). Los principales agentes ambientales implicados son los óxidos de nitrógeno (NOx) y de azufre (SOx), partículas suspendidas totales (PST), ozono (O3), metales, compuestos orgánicos volátiles (COV) e hidrocarburos (Vargas, 2005; Seoánez, 2002).
En América Latina, donde más de 70% de la población vive en áreas urbanas, son muchas las ciudades que también enfrentan problemas de calidad del aire, ya que se exceden sus normas nacionales de calidad con las respectivas consecuencias, entre las que se destacan 35 mil muertes anuales (OPSOMS, 2002); uno de los principales agentes responsables de ello son las partículas equivalentes o menores a 10 microgramos (m) en su diámetro aerodinámico, mejor conocidas como PM10. Particularmente en México, ciudades como el Distrito Federal, Guadalajara, Toluca y las fronterizas como Mexicali, también han realizado esfuerzos para atender la contaminación atmosférica (Molina y Molina, 2002; Reyna y Arriola, 2006; Osornio et al., 2007; Quintero et al., 2006). Sin embargo, en el caso particular de la ciudad de Mexicali, aún persisten los problemas de PM10, cuyos niveles de contaminación del aire han sobrepasado las normas permitidas, como en otras ciudades de América Latina (cuadro 1).
Dada la importancia del estado y el manejo de la calidad del aire para el funcionamiento y desarrollo de los asentamientos humanos, las ciudades enfrentan retos importantes para el logro de la sustentabilidad en términos de planeación y gestión del territorio. Por ejemplo, la incorporación de la visión de la sustentabilidad se ha limitado al ordenamiento del suelo a partir del análisis de aptitud para la localización de actividades productivas, aunadas a la definición de políticas de aprovechamiento y conservación de los recursos naturales; o como en el caso del problema de la contaminación del aire, que demanda de la acción conjunta y coordinada de las diferentes instituciones y niveles de gobierno (Semarnat, 2006). Sin embargo, los temas implícitos en este problema se han tratado tradicionalmente de manera sectorial, tal es el caso de la planeación de la energía, transporte y vialidad, salud, monitoreo del aire, desarrollo urbano y medio ambiente, de tal forma que bajo este contexto pareciera que la contaminación del aire tiene que ver muy poco con la planeación urbana.
Con base en lo anterior, el presente trabajo tiene un doble propósito: por un lado, plantear la problemática de la calidad del aire en la ciudad de Mexicali a partir de un indicador de la calidad del aire, representado por los días en que fue rebasada la norma ambiental de los contaminantes objeto de este estudio y su relación con los usos del suelo dentro de la ciudad, además de mostrar las estrategias instrumentadas para abatir la contaminación a partir de la perspectiva ambiental de las instancias oficiales. Por otro lado, formular un esquema de planeación que integre diferentes estrategias sectoriales y en el que se incorporen criterios ambientales en la planeación urbana, bajo un propósito común que es el mejoramiento de la calidad del aire para, con ello, mejorar el nivel de vida de la población.
Metodología
El diagnóstico sobre la calidad del aire se hizo a partir del análisis de los niveles de concentración de los contaminantes criterio registrados por el sistema de monitoreo local. El acceso a dicha información fue a través de la base de datos del Sistema de Calidad del Aire (AQS) 19972005 (AQSUABC, 2006), de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos de América, que para este caso y para simplificar el manejo de información, se consideró emplear la medición de la calidad del aire a través del número de días en que se violó la norma respectiva. Esta base de datos se interpoló con la utilización del programa SURFER, V.8. En relación con las características del entorno inmediato que circunda a las estaciones, se realizó un análisis de los usos del suelo dentro de un radio de influencia de 1 500 metros, utilizando el sistema de información geográfica Map Info vr. 7.8; y para el caso de las estrategias instrumentadas se revisaron los documentos base y se realizaron entrevistas y cuestionarios específicos a las autoridades de los tres niveles de gobierno encargadas de los programas instrumentados localmente, esto con el fin de conocer cuáles han sido las acciones y los resultados obtenidos de las mismas durante el periodo 20002005.
Calidad del aire en Mexicali
Localización geográfica y condiciones ambientales
La ciudad de Mexicali se localiza en la frontera con Estados Unidos a los 32º 39’ de latitud norte y 115º 28’ de longitud oeste, y cuenta con una extensión de 20 633.52 has (XVIII Ayuntamiento de MexicaliIMIP, 2006). Limita al norte con Estados Unidos de América y en la periferia con áreas agrícolas (figura 1).
En general, la ciudad se ubica en una zona árida denominada Bajo Delta del Río Colorado, perteneciente a la región fisiográfica del desierto sonorense, región caracterizada en temporadas por el acarreo de polvo y arena provenientes del desierto tanto de la parte mexicana como de la estadounidense. Asimismo, el Bajo Delta ha sido el sustento de áreas agrícolas en ambos lados de la frontera, con las implicaciones que ello tiene principalmente en contaminación del aire, resultado de las quemas agrícolas y la aplicación aérea de plaguicidas.
Entre sus principales características ambientales, el clima corresponde al tipo BW, particularmente el BW(h’)hs(x”)(e), lo que significa un clima muy árido, seco, cálido, con lluvias en invierno y muy extremoso (García, 1988); con temperaturas extremas que en verano alcanzan los 54º C y en el invierno llegan a descender hasta 7º C; la temperatura media anual es de 22.5º C (Venegas, 2000). La precipitación promedio anual es de 75 mm (García et al., 2002). Además, las condiciones climáticas de la región están determinadas por la presencia del sistema anticiclónico subtropical semipermanente del Pacífico, a lo que se atribuye que los alrededores de la costa de California y los valles de Imperial y Mexicali generalmente experimenten cielos claros, muy baja humedad y veranos extremadamente calurosos, inviernos templados y poca precipitación, así como vientos dominantes que provienen del oestenoroeste en invierno y primavera y suroestesureste en el verano.
Al igual que otras zonas fronterizas, Mexicali no sólo presenta similitud con la ciudad vecina de Calexico, California, en cuanto a las características climáticas, topográficas y la dinámica socioeconómica y cultural, sino que también el flujo bidireccional se presenta en lo relativo a la contaminación atmosférica.
Es importante destacar que el origen y desarrollo de la ciudad se encuentra en la actividad agrícola de la región. Actualmente la agricultura tiene el segundo lugar de ocupación dentro de la población económicamente activa, encontrándose entre los principales cultivos el trigo, las hortalizas y el algodón (XVIII Ayuntamiento de Mexicali IMIP, 2006).
Por otro lado, a escala urbana, Mexicali presenta un nivel de motorización de un vehículo por cada tres habitantes, mientras que el transporte público mueve solamente alrededor de la tercera parte de la población (INEGI, 2004). Asimismo, la industria maquiladora ha sido y es uno de los motores de la economía local. Estas actividades han contribuido en el tiempo al agravamiento de la calidad del aire, asunto que por el impacto que ha tenido a escala local ha sido considerado tema de interés binacional.
Estaciones de monitoreo y usos del suelo
La ciudad de Mexicali cuenta con un sistema de monitoreo atmosférico que se conforma por seis estaciones; en la figura 2 se muestra su ubicación, en tanto que el cuadro 2 describe la relación entre las mismas y los usos de suelo circundantes. Los contaminantes monitoreados básicamente son ozono (O3), monóxido de carbono (CO), dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2) y material particulado (PM10), esto derivado de un acuerdo entre los gobiernos de Estados Unidos de América y México a través del programa Binacional Frontera XXI, que posteriormente se convirtió en Programa Frontera 2012. En el caso de las estaciones Progreso y Conalep, solamente miden PM10. Es conveniente anotar que si bien la estación CBTIS deja de operar a partir del 2002 para ser reubicada al sur de la ciudad en el 2005, bajo el nombre de Campestre, su inclusión en el estudio es importante ya que arroja información valiosa de la calidad de aire en su área de influencia entre 1997 y 2001.
Principales contaminantes atmosféricos monitoreados en Mexicali
Los resultados obtenidos de los monitoreos realizados entre 1997 y 2005 en la ciudad de Mexicali reflejan la dinámica que tiene la ciudad a partir de las actividades económicas que le dan sustento y de las condiciones ambientales relacionadas con su localización geográfica.
Las principales causas de la contaminación del aire se encuentran en la generación de energía, vehículos automotores, industria, rellenos sanitarios a cielo abierto, tormentas de polvo características de la región, el tránsito de vehículos sobre vialidades no pavimentadas, así como las quemas agrícolas en ambos lados de la frontera (Mendoza et al., 2004).
Los datos actuales generados por el sistema de monitoreo coinciden con los reportes anteriormente realizados en 1997 y 1998 por la Semarnap, el gobierno del estado de Baja California, la Secretaría de Salud y el gobierno municipal de Mexicali (1999), que destacaban como principal problema las partículas PM10, CO y O3, contaminantes que se concentraban principalmente en las estaciones Cobach, Progreso, CBTIS y UABC. Sin embargo, los datos de 2005 (AQSUABC, 2006) reportan una reducción sensible en los niveles de contaminación, aun cuando actualmente los niveles de concentración de los mismos rebasan los niveles permisibles para PM10 y O3.
En el caso de PM10 para el periodo 19972005, ninguna estación ha estado por debajo de la norma; sin embargo, las estaciones ITM, CBTIS y Campestre presentan los registros más bajos del periodo analizado, mientras que las estaciones Progreso y Cobach, seguidas de la UABC, presentan el mayor número de violaciones a la norma, principalmente la estación Progreso que registró 49, 40 y 46 días en 2000, 2001 y 2004 respectivamente. Por su parte, la estación Cobach registra el mayor número de violaciones durante los años 1999 y 2000, con 26 días. La estación Conalep presenta un mayor número de violaciones durante 1999, disminuyendo éstas entre 2001 y 2005 (cuadro 3).
El CO para el periodo de análisis, con excepción de la estación Campestre y parcialmente Cobach, muestra en la mayoría de las estaciones una tendencia ascendente entre 1997 y 1999, la cual se revierte del 2000 al 2005, al reducirse el número de violaciones también en la mayoría de las estaciones, pues cabe recordar que la estación CBTIS cierra operaciones para el 2002. Las estaciones Cobach y UABC, seguidas del ITM, presentan el mayor número de violaciones a la norma, principalmente la estación Cobach que registró en el año 1998 un total de 68 violaciones. Para el 2005 ya no se registra violación a dicha norma (cuadro 4).
El O3 manifiesta una tendencia general, si bien a la baja, en la mayor parte de las estaciones, respecto a los niveles registrados durante 1997; para los años 1999 y 2001 se registra nuevamente un repunte en estaciones como UABC y Cobach respectivamente. Esta última durante 2002 logró reducir el número de violaciones a un día, hasta que en 2005 ya no registró violación a la norma, contrariamente al patrón registrado por la UABC, donde del 2002 al 2004 se presenta una reducción paulatina al número de violaciones, y nuevamente en el 2005 sufre otro repunte, con siete días en los que los niveles de concentración de dicho contaminante exceden los límites permitidos (cuadro 5).
Estrategias para mejorar la calidad del aire en Mexicali: la perspectiva de la Semarnat
En respuesta a los problemas de contaminación atmosférica en la ciudad de Mexicali, diferentes instancias y niveles de gobierno instrumentaron programas y acciones como las formuladas a nivel federal en el Programa para el Mejoramiento de la Calidad del Aire en Mexicali 20002005 (Semarnap, Gobierno del Estado de Baja California, Secretaría de Salud, Gobierno Municipal de Mexicali, 1999), mejor conocido como “Proaire”, estrategias que buscaban reducir las emisiones de los diferentes contaminantes que rebasaban la normatividad correspondiente.
Las estrategias estuvieron dirigidas hacia vehículos, gestión urbana y transporte; recuperación ecológica e investigación; y acuerdos internacionales, y de ellas se desprendieron 27 acciones. Para 2006 se tenía conocimiento solamente (Gordillo, 2006; IISJUEBC, 2006; Páez, 2007) de la operación de seis acciones específicas:
Planeación urbana y calidad del aire
La contaminación atmosférica en el contexto de la planeación urbana
En la actualidad, en la ciudad de Mexicali los efectos y las consecuencias de los daños ocasionados por la baja calidad del aire son difíciles de precisar, ya que si bien por un lado es evidente la violación de la norma ambiental de contaminantes como el PM10, CO y O3, por el otro urbanísticamente se ha consecuentado la extensión desmedida de la mancha urbana y otros aspectos que de igual manera han frenado el avance en materia de planeación y gestión del desarrollo urbano ambiental local.
En particular, en el tema de la calidad del aire, aun cuando éste es responsabilidad de los tres niveles de gobierno, no existe o es escasa la coordinación entre las diferentes instancias de acuerdo a sus prioridades, objetivos y programas de trabajo. En Mexicali la calidad del aire ha cobrado relevancia más por ser un problema binacional que por un interés local, a pesar de que la ley establece claramente que son la Semarnat y el Instituto Nacional de Ecología (INE) los responsables de su atención.
A partir de los resultados obtenidos se encuentra que el O3 aún se presenta en las estaciones UABC, Cobach e ITM; estas dos últimas, aunque en menor proporción, continuaron rebasando la norma durante 2005. Estas estaciones representan a zonas predominantemente urbanas, con densidades de población de moderadas a altas, con núcleos de concentración de equipamiento urbano de importancia urbana y regional o bien de actividades industriales, lo que genera grandes volúmenes de tráfico vehicular por la dinámica de traslados de población y bienes dentro de la ciudad.
Asimismo, el PM10 continúa presentándose principalmente en estaciones como Progreso y Cobach, y en menor medida en UABC; esto se explica en los dos primeros casos por ser zonas periféricas de la ciudad con bajos niveles de urbanización y aledañas a áreas agrícolas, las cuales se ven afectadas por la presencia de polvos producto del paso de vehículos por vialidades sin pavimento, tierras agrícolas productivas que practican las quemas periódicamente, o bien porque son tierras carentes de cobertura vegetal y por tanto sujetas a erosión por viento. El caso de la estación UABC representa una excepción por estar en una zona con buena urbanización y menor porcentaje de vialidades sin pavimentar, caso que habría que estudiar a otro nivel de detalle.
Es importante anotar que en el caso de la industria, aun cuando los niveles tanto de NO2 y SO2 no han presentado violaciones a la norma desde el 2003, dentro de la perspectiva de la prevención de la contaminación ambiental, es menester considerar la importancia de este sector en el desarrollo económico de la localidad a futuro, ya que de mantenerse la tendencia al aumento en la cantidad y tipo de industrias que pretenden promoverse para el proyecto industrial de impacto binacional Silicon Border, seguramente cambiarían las tendencias de contaminación tanto por NO2 como por SO2.
Con base en lo anterior, se identifica que Mexicali tiene problemas de una deficiente planeación o escasa información relacionada con los siguientes temas:
Integrando la planeación y gestión urbana con la calidad del aire
La planeación urbana enfrenta diferentes desafíos, como por ejemplo lograr la comprensión de su razón de ser, así como de la dimensión que tiene la creciente dinámica urbana y el deterioro ambiental que caracteriza a los actuales centros urbanos (Ridell, 2004). También se encuentra ante la disyuntiva de redefinirse y contar con políticas acordes a la compleja realidad, o bien convertirse en un instrumento más que sólo mitigue las eventualidades urbanoambientales de los asentamientos humanos. En este sentido, para Layard y Davoudi (2001) es la planeación la que puede contribuir a determinar las prioridades y por ende las acciones requeridas dentro de una esfera espacial al considerar las preocupaciones económicas, sociales y ambientales.
La planeación urbana, incluyendo el manejo ambiental, ha sido activada en un gran número de ciudades, ya que cada vez son más las comunidades que han empezado a introducir estudios de planeación y manejo urbanoambiental (Hallsmith, 2003). En este nivel es imprescindible retomar enfoques metodológicos interdisciplinarios que ayuden a integrar acciones conjuntas entre varios sectores para realizar una adecuada planeación de las ciudades que las oriente en el tiempo hacia el logro de la sustentabilidad (Ravinovitch y Leitman, 2004).
Dentro de la planeación y gestión del territorio a escala local, si bien la planeación de los asentamientos humanos sigue concentrándose en el manejo de los usos del suelo, es importante que se consideren algunos criterios ambientales tanto al momento de realizar los diagnósticos como en la formulación de estrategias que permitan reducir el impacto al ambiente producto de las actividades propuestas, y definitivamente, apoyarse en otros instrumentos que coadyuven a dicho propósito (Roseland, 1998; Ridell, 2004).
Lo anterior contribuirá en el manejo de temas como la calidad del aire de los centros urbanos, que en este caso requiere contar con herramientas que permitan redimensionar su problemática y hacer interactuar la información tanto de tipo ambiental como de urbanización, industrialización y transporte, con el objeto de buscar soluciones integrales y sustentables.
A continuación se presentan los diferentes aspectos de la ciudad que requieren ser considerados integralmente por la planeación urbana para atender los problemas de la contaminación atmosférica que en ella se presentan (Corona y Rojas, 2008). Básicamente se refieren a elementos que interactúan en los procesos de planeación y gestión de la calidad del aire urbano y que tienen que ver con la caracterización de las actividades productivas: industria, agricultura, actividades extractivas, normatividad y su vigilancia, y áreas verdes, entre otros (figura 3).
Conclusiones
En la ciudad de Mexicali, además de que no es satisfactoria la calidad del aire, el despliegue de esfuerzos sectorizados por parte de las instancias gubernamentales, aun cuando han contribuido en la declinación significativa de contaminantes como el CO y en menor medida de PM10 y O3, no ha sido suficiente para mantener bajo la norma a los mismos. Destacan, por tanto: 1. la carencia de una visión integral de los problemas generados en las áreas urbanas; 2. la limitada coordinación interinstitucional en la atención y solución de los problemas urbano ambientales; 3. los objetivos, metas, recursos y prioridades determinados separadamente; y 4. la falta de información o accesibilidad a ella en los tres niveles de gobierno.
Por lo anterior, es imprescindible que la planificación urbana incorpore la dimensión ambiental en forma sistemática y continua como un instrumento para garantizar la viabilidad de la expansión y crecimiento de las ciudades.
El tema de la calidad del aire asociado a los asentamientos humanos y los aspectos inherentes al mismo, requiere ser tratado integralmente en los distintos niveles institucionales, jurídicos, normativos y sociales, ya que su postergación puede no sólo consentir la sobreexplotación de recursos naturales, sino también la descoordinación, duplicación e imprecisión de tareas tanto en la planeación como en la toma de decisiones, así como en el seguimiento y monitoreo de las acciones instrumentadas, lo que traería como consecuencia no sólo el retraso de medidas que pueden ser ya necesarias o urgentes, sino también la agudización de problemas como el de la contaminación atmosférica, amenazando drásticamente la calidad del aire y por ende la salud y el medio ambiente en general de los asentamientos humanos.
Bibliografía
AQSUABC (2006), Base de datos: contaminantes PM10, NO2, CO2, SO2 y O3. Reporte Técnico de Investigación, Mexicali, BC México, UABC.
Carson, R. (1962), Silent Spring, EE.UU., A Mariner Book.
Commoner, B. (1975), Making Peace with the Planet, Nueva York, The New Press.
Corona, Z.E.A. (2008), Sistema de indicadores para la planeación y gestión sustentable de las ciudades: calidad del aire en Mexicali, B.C., tesis de doctorado en Ciencias, Instituto de Ingeniería, UABC, Mexicali, B.C.
_____ y R. RojasCaldelas (2008), “Environmental Planning and Management of Air Quality: The Case of Mexicali, Baja California, Mexico“, en WIT Transactions on Ecology and the Environment, vol. 116, Reino Unido, pp. 409418.
Dockery, D.W. (2001), “Epidemiologic Evidence of Cardiovascular Effects of Particulate Air Pollution“, Environmental Health Perspectives, 109 (4), pp. 483486.
García, R.O., C. Martínez, J. Cervantes y A. Tejeda (2002), “A Comparative Simple Method for Human Bioclimatic Conditions Applied to Seasonally Hot/Warm Cities of México“, Atmósfera, vol. 15, núm. 1, pp. 5556.
García, E. (1988), Modificación al sistema de clasificación climática de Köppen, México, UNAM, Instituto de Geografía.
García Cuéllar, C., M.A. Reyna, M. Quintero y J. Landeros (2007), “How Much Soil Content is Involved in Urban 10PM Induced Toxicity?”, Memories of the USMexico Binational Center for Environmental Science and Toxicology, Tucson, Arizona.
Hallsmith, G. (2003), The Key to Sustainable Cities: Meeting Human Needs Transforming Community Systems, Canadá, New Society Publishers.
INEGI (2004), “Índice de motorización por entidad federativa, 1980 a 2004“, en Estadísticas ambientales: transporte, en línea: http:// www.inegi.gob.mx/est/contenidos/espanol/rutinas/ ept.asp?t=mamb137&c= 5885 , recuperado el 15 de febrero de 2007.
IISJUEBC (2006), Evaluación de impacto del programa integral para el mejoramiento de la calidad de vida del estado de Baja California, Reporte técnico de investigación, UABC, Mexicali, BC.
Layard, A. y S. Davoudi (2001), “Sustainable Development and Planning: An Overview“, en A. Layard, S. Davoudi y S. Batty (eds.), Planning for a Sustainable Future, Estados Unidos y Canadá, Spon Press.
McGranahan, G. y F. Murray (2003), Air Pollution and Health in Rapidely Developing Countries, Londres, Earth Scan.
Mendoza, A., M. García y E. Pardo (2004), “Air Quality Information Catalogue for the MexicaliImperial Valley Border Region: MexicaliImperial Valley Air Quality Modeling and Monitoring Program in Support of LASPAU’s Border Ozone Reduction and Air Quality Improvement Program“, Draft Final Report LASPAUTecnológico de Monterrey, México, ITM.
Meadows, D., J. Randers y W. Behrens (1972), Los límites del crecimiento, México, Fondo de Cultura Económica.
Mitchell, G. (2004), “Forecasting Urban Futures: A Systems Analytical Perspective on the Development of Sustainable Urban Regions“, en M. Purvis y A. Grainger (eds.), Exploring Sustainable Development: Geographical Perspectives, Reino Unido y Estados Unidos, Earthscan.
Molina, L. y M. Molina (2002), Air Quality in the Mexico Megacity: An Integrated Assessment, Boston y Londres, Kluwer Academic Publishers.
OPS (2000), La salud y el ambiente en el desarrollo sostenible, núm. 572, Washington, D.C., OPS.
OPSOMS (2002), La salud en las Américas, núm. 587, vol. I, Washington, D.C., OPS.
Osornio, A.R., G. Flores, I. Vázquez, J. Miranda, L. Sevilla, I. Rosas, L. RojasBracho, I. Clark, C. García Cuellar, M.A. Reyna, M. Quintero y J. Landeros (2007), “How much soil content is involved in urban PM10induced toxicity?”; Memories of the U.S.Mexico Binational Center for Environmental Science and Toxicology, Tucson, Arizona.
Quintero, M., M.A. Reyna, K. Collins, S. Guzmán, B. Powers y A. Mendoza (2006), “Issues Related to Air Quality and Health in the CaliforniaBaja California Border Region”, en R. Pumfrey, The USMexican Border Environment: Binational Air Quality Management, SCERP Monograph Series núm. 14 San Diego, San Diego State University Press.
Reyna M.A. y H.G. Arriola (2006), “El estudio de las principales enfermedades respiratorias y los contaminantes del aire en Mexicali, Baja California”, en Contaminación y medio ambiente en Baja California, Miguel Ángel PorrúaUABC.
Riddell, R. (2004), Sustainable Urban Planning, Reino Unido, Blackwell Publishing.
Rabinovitch, J. y J. Leitmann (2004), “Urban Planning in Curitiba“, en S. Wheeler y T. Beatley (eds.), The Sustainable Urban Development Reader, Estados Unidos y Canadá, Routledge.
Roseland, M. (1998), Toward Sustainable Communities: Resources for Citizens and their Governments, Canadá, New Society Publishers.
Satterthwaite, D. (2001), The Earthscan Reader in Sustainable Cities, Londres, Earthscan.
Semarnap, Gobierno del Estado de Baja California, Secretaría de Salud, Gobierno Municipal de Mexicali (1999), Programa para mejorar la calidad del aire de Mexicali 20002005, México, Semarnap.
Semarnat (2006), La gestión ambiental en México, México, Semarnat.
_____ (1997), Sistema integrado de regulación y gestión ambiental de la industria en México, México, Semarnat.
Seoánez, M. (2002), Tratado de contaminación atmosférica: problemas, tratamiento y gestión, España, MundiPrensa.
Sorensen, M., M. Daneshvar, B. Hansen, M. Dragsted, L. Hertel, L. Knudsen y S. Loft (2003), “Personal PM2.5 Exposure and Markers of Oxidative Stress in Blood“, Environmental Health Perspectives, 111.2, pp. 161166.
Venegas, R. (2000), “El uso de la flora urbana en ciudades con clima árido seco extremoso“, en Ciudad, salud y medio ambiente, Red Nacional de Investigación Urbana, Universidad Autónoma de Puebla, México, pp. 106116.
UNEP (2006), “Urban Outdoor Pollution“, en Global Environmental Outlook Year Book 2006, United Nations Environmental Programme, pp. 4758. http://www.unep.org/geo/yearbook/ yb2006/057.asp, recuperado el 9 de enero de 2007.
Vargas, F. (2005), “La contaminación ambiental como factor determinante de la salud“, Revista Española de la Salud Pública, pp. 117 127.
XVIII Ayuntamiento de MexicaliIMIP (2006), Programa de Desarrollo Urbano de Centro de Población Mexicali, B.C., 2025, versión abreviada para consulta, Mexicali, Baja California.